Crimen Laesae Majestatis Divinae

¡Qué discazo! Una sentencia inmediata y que puede resultar muy prematura, pero qué importa. No voy a tratar de esconder ahora que soy un acérrimo seguidor del heavy metal de los ochenta… ¡oh, wait! Pero, este álbum salió este año. Claro, Portrait es otra banda sueca cultora de los arcaicos sonidos de principios de aquella década. Formados bajo el legado sonoro de la NWOBHM mezclan esta influencia con la oscuridad danesa proveniente de los sones y líricas de Mercyful Fate y King Diamond y le agregan una notoria cuota melódica, fruto de su evidente gusto por la música de los primeros Iron Maiden. Ya con esos nombres como principales referentes, es poco probable que pueda resultar algo malo, todo lo contrario y Crimen Laesae Majestatis Divinae está aquí para demostrarlo… o al menos para deleitar a quienes gusten de esta clase de metal y de todo el revival imperante.
Si alguno de ustedes tuvo la oportunidad de escuchar su homónimo primer álbum, recordarán la incuestionable y evidente influencia que Mercyful Fate ejerce sobre esta banda, de hecho ese detalle es justamente uno de los principales factores que los sacó a flote luego de haber editado tan solo un demo y un single. Tantos años sin escuchar nada nuevo de los daneses probablemente jugaron a favor de Portrait, ya que llegaron para llenar ese espacio en el momento preciso. Ahora bien, un factor importante en esta similitud la daba Phillip Svennefelt, cuyo trabajo era prácticamente imitar a King Diamond, tanto en los tonos más bajos como en su inconfundible falsete, pero Phillip dejó la banda a fines de 2009 y en marzo de 2010 la banda ya presentaba en sociedad a su reemplazo, Per Karlsson, de la mano de The Murder of All Things Righteous, un 7” con dos temas que ya comentamos en su oportunidad y en cuyo review les señalé que me quedaba con Phillip, ya que a este nuevo personaje, a pesar de técnicamente contar con un registro notoriamente superior, se le percibía la voz algo forzada. Bueno, ahora resulta que con este nuevo álbum mi percepción ha cambiado y de hecho creo que con el anterior vocalista, Crimen Laesae Majestatis Divinae no sonaría tan potente ni tan sólido como con Per, además que su rasgada y algo forzada voz, definitivamente le da un aire más propio a la banda.
Al igual que en el caso de In Solitude, Portrait optó por alargar las composiciones para este segundo LP, pero a diferencia de sus coterráneos, que desde mi perspectiva cayeron en excesos que resultaron en temas demasiado extensos para lo que tenían que ofrecer, acá, salvo por una excepción, nos encontramos con cortes entretenidísimos, apoyados de muchos cambios de ritmo, variaciones en los riffs, en la intensidad y velocidad, que en definitiva dan como consecuencia ocho canciones que complacerán con cada uno de sus minutos y segundos a quienes le dediquen tiempo a oírlos.
El disco abre con Beast of Fire, tema que tras una metálica introducción de casi un minuto da paso a un riff muy en la onda de Trial By Fire de Satan, es decir NWOBHM en su máxima expresión, pero con esa velocidad que lo hace colindar con los terrenos propios del speed. Llegado el momento la voz de Karlsson irrumpe con un tono alto y rasgado para abrir la parte vocal del tema, pero este solo volverá en ocasiones, mayormente para los inicios de las estrofas y en los coros, para el resto predominarán tonos más bajos y duros, que le otorgan una cuota más de agresividad a las canciones. Luego de una agradable sección de solos, que incluyen fabulosos pasajes de guitarras gemelas, y pasados los cuatro minutos, son las mismas guitarras las que presentan una variación del riff inicial, la que da la sensación de estar escuchando una canción diferente, más aun cuando se sucede un cambio de ritmo hacia algo un poco más pausado. Para los minutos finales, todo vuelve a ser como al comienzo, cerrando con el atronador sonido de algo que parece ser una explosión. La verdad es que si este tema no logra poner tus sentidos en alerta, despertarlos y dejar de hacer lo que sea que hayan estado haciendo para dedicarle toda tu atención, este disco probablemente no sea para ustedes.
Luego de aquel fantástico inicio nos encontramos con Infinite Descension, un corte más lento, mid-tempo, que recuerda mucho el sonido de álbumes como Abigail o Them, algo que considerando todo lo dicho anteriormente, no debería extrañar a nadie. Acá Karlsson juega más con los tonos altos, se vuelven más recurrentes, hay coros a dos voces, pero aun así su carraspeo le da un matiz original que permite desmarcarlo del anterior vocalista y por ende de Mr. Diamond.
El instrumental The Wilderness Beyond brinda un momento de tranquilidad y relajo, guitarras acústicas y semi-acústicas nos regalan hermosas melodías sobre el sonido de una brisa intrigante, inquietante, que prepara el oído para la irrupción de Bloodbath, que comienza con velocidad moderada para luego transformarse (a través de un cambio en el que las guitarras me recordaron a Night of the Unborn de Mercyful) en un excelente corte de speed metal. La voz de Per con cada canción que pasa se vuelve cada vez más propia, se oye más natural, muy probable es que a esta altura ya nos estemos acostumbrando a su tono, pero sea como sea, líneas como “Shadows are falling all over bright lands, drenched in blood. Heaven is calling now hear ye not, children of god? Kingdom of pity behold our lord’s hand, HAIL SATAN! The bloodbath of ages awaits you now, children of god”, resulta imposible imaginárselas con otro tono, con otra voz, son altísimas. Los cambios de ritmo son otro punto a destacar dentro de un tema que dura más de seis minutos, no hay un solo momento en que uno se aburra, cada sección está muy trabajada y cuidada, con arreglos de guitarras gemelas que logran mantener la constante atención del oyente, a través de cada una de sus secciones.
Darkness Forever es en donde más se nota lo del sonido estilo Abigail-Them que les mencioné hace un rato, algo que va más allá de la influencia obvia en la parte compositiva. Las guitarras y la producción en términos generales, intentan claramente emular el sonido de aquellas trascendentales placas ¿problema?, ¡por supuesto que no! Insisto en que soy de los que agradece este tipo de material. Darkness Forever comienza como un medio tiempo en donde resaltan los metálicos riffs y la arrasadora potencia del bajo de Joel Pälvärinne, que le da una extraordinaria pesadez a la canción y que logra un magnífico contraste entre éste y la aguda voz de Karlsson. Cercano a los tres minutos viene el cambio de ritmo hacia algo más speed metal, sección que no durará mucho, ya que prontamente nos encontramos con los solos de Lindell-Lagergren, los cuales son ejecutados sobre algo más lento que permite que el tema vuelva a las bases sobre las cuales comenzó. Al final tenemos poco menos de dos minutos de guitarras acústicas, con melodías relajadas y similares a las del instrumental comentado anteriormente, las que también se escuchan sobre el sonido de un temporal de viento y lluvia, el que se mantiene hasta que irrumpe de forma rápida y pesada el siguiente corte, The Nightcomers, a mi parecer, el tema “menos bueno” del disco, me resulta muy parejo; los cambios de ritmo de los cuales hicieron gala en canciones anteriores prácticamente desaparecen en esta y siendo una canción de características bastante simples, me parece que más de cinco minutos es mucho tiempo.
Penúltimo corte, The Passion, de estructura similar a la anterior aunque levemente más rápida, llega a recordar un poco a Iron Maiden (la canción), más que nada por la velocidad de la batería y la forma en que es ejecutada. La verdad es que, al igual que The Nightcomers, es un poco mezquino en estructura, se echan de menos más cambios de ritmo, más variaciones en los tiempos, pero esto solo porque ya nos habían acostumbrado a ello en los tracks anteriores. De todas formas, seguro que con dos oídas te encontrarás cantando “The passion burns with evil” constantemente, sin siquiera darte cuenta de ello.
Último tema, Der Todesking, el más largo de la placa, de velocidad moderada y con líneas vocales que destacan por la melancolía con que son entonadas por Karlsson, quien para la ocasión adopta un tono que lo acerca un poco al trabajo de Pelle Åhman de In Solitude. Los leads al inicio suenan un tanto black metal con melodías similares a las que podemos encontrar en, por dar un ejemplo, Nexus Polaris, aunque no desentonan para nada dentro del contexto en el que desenvuelve Portrait, de hecho le da un toque necesariamente oscuro. Los cambios de ritmo vuelven a ocupar un sitial importante dentro del desarrollo de la canción, con interesantes pasajes en donde se desenvuelven las manos de Christian Lindell y Richard Lagergren, por medio de un muy inspirado trabajo en las seis cuerdas. Poco antes de los siete minutos y luego de un calmo interludio, irrumpen con fuerza nuevamente por medio de un quiebre que me suena algo “españolísimo” y que permite a la banda volver a centrarse nuevamente y ya por última vez, en los fraseos de Per y su notable interpretación para este tema.
Ocho canciones en algo más de cincuenta minutos es el viaje sonoro que nos ofrece Portrait con Crimen Laesae Majestatis Divinae, álbum que creo los hace avanzar otro paso muy seguro en la ruta a convertirse en un importante referente del heavy metal sueco, esperemos que tanto para ellos como para In Solitude (banda con la que guardan varias similitudes) la relación con Metal Blade sea beneficiosa y Brian Slagel logre darles la atención que merecen.
Para quienes ya ubicaban algo de la banda, musicalmente las influencias conocidas se mantienen, pero con la ayuda de Per ya no son TAN obvias, que quede claro, están ahí, no se han ido, pero como les comentaba anteriormente, su voz logra darle un aire más identificable a la agrupación, lo que siempre será algo positivo y destacable, más aun cuando se trata de bandas que lo que buscan es traer al presente los sonidos del pasado… para el deleite de muchos, eso espero.
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